Ámbito personal
- Estrés: Respuesta física y emocional a demandas percibidas como abrumadoras o amenazantes. Cualquier cambio significativo al que debamos adaptarnos, y tanto sucesos vitales que resulten negativos como positivos, pueden ser generadores de estrés. Existen diferentes tipos de estrés en función de su causa, periodicidad y duración.
- Ansiedad: Sensación de miedo y preocupación intensa y persistente que puede acompañarse de síntomas físicos (tales como como sudoración, dolor de cabeza, presión en el pecho, tensión muscular, percepción de ahogo, taquicardia, etc.).
- Miedo: Emoción intensa ante la percepción de un peligro real o imaginario. El miedo puede manifestarse de muy diversas formas, tanto a nivel físico, como emocional, cognitivo o comportamental. En algunos casos puede derivar en un estado de pánico o en una fobia específica.
- Inseguridad: Sensación de duda y falta de confianza en uno mismo, en las propias capacidades, o en la estabilidad de una situación. Puede manifestarse como temor al rechazo, al fracaso o al abandono, desconfianza en las relaciones interpersonales o preocupación constante por mantener un determinado estado actual.
- Baja autoestima: Percepción negativa de uno mismo, caracterizada por falta de confianza, aceptación y valoración personal. Suele estar relacionada con la autocrítica y enjuiciamiento interno excesivo y la inseguridad generalizada.
- Bloqueo emocional: Incapacidad temporal de procesar o expresar emociones debido a factores psicológicos; tales como acontecimientos traumáticos o estrés extremo.
- Disociación: Mecanismo de defensa en el que una persona se desconecta de sus pensamientos, sentimientos, recuerdos o identidad. Puede manifestarse como una sensación de irrealidad o amnesia.
- Trauma: Respuesta emocional y psicológica a una experiencia extremadamente negativa o perturbadora. Puede resultar en síntomas como la ansiedad severa o el insomnio y tener efectos prolongados.
- Alteraciones del estado de ánimo: Cambios significativos y persistentes en el estado emocional de una persona, que implican fluctuaciones intensas en el humor y afectan a la vida cotidiana.
- Depresión: Trastorno del estado de ánimo caracterizado por sentimientos constantes de tristeza y desinterés, afectando el funcionamiento diario. Alguno de los síntomas más habituales son: falta de motivación, ausencia de disfrute, cansancio continuo, percepción de que todo es muy complejo y gran dificultad para tomar decisiones, dificultad para concentrarse y carencia o exceso de apetito, entre otros.
- Duelo: Proceso de adaptación emocional y psicológica que sigue a una pérdida significativa, como la muerte de un ser querido. Implica una serie de etapas que pueden incluir negación, ira, tristeza, negociación y aceptación.
- Dificultades en la gestión del cambio o de la incertidumbre: Incapacidad para manejar la ansiedad, el estrés o el miedo que se genera como consecuencia de tener que adaptarse a nuevas circunstancias o a situaciones inciertas, ambiguas e imprevisibles. Requiere de estrategias que ayuden a minimizar la resistencia y facilitar la comprensión y aceptación del cambio o posible cambio.
- Culpabilidad: Sentimiento de responsabilidad, remordimiento o arrepentimiento por haber cometido un error o infracción, real o imaginaria. Es una emoción que surge cuando una persona cree que ha incumplido un estándar moral o ha cometido una falta.
- Angustia existencial: Sentimiento profundo de inquietud o desasosiego relacionado con cuestiones fundamentales sobre el sentido y el propósito de la vida.
- Resolución de conflictos: Habilidades y técnicas para manejar y resolver desacuerdos o disputas de forma pacífica. Se relaciona con aspectos tales como la comunicación efectiva, la negociación y la mediación para llegar a un acuerdo satisfactorio para todas las partes involucradas.
- Orientación vocacional: Asesoramiento dirigido a ayudar a las personas a elegir o cambiar su carrera profesional. Incluye la evaluación de intereses, habilidades y valores para ayudar a tomar decisiones informadas sobre su futuro laboral.
- Desarrollo personal: Proceso continuo de auto-mejora en el que una persona trata de progresar en su nivel de consciencia, conexión emocional, formación, cultura, autocuidado, realización vital… Tiene que ver con la búsqueda y concreción de metas y desafíos personales, la autoevaluación y el trabajo en áreas como la autoestima, el autoconcepto o la autodisciplina.